Apuesto que más de una vez has visto la típica película en la cual el protagonista se pierde en una isla desierta, saca su brújula y gracias a ella puede salir de ahí, pero ¿te has preguntado como es que sirve este peculiar e histórico artefacto?
Se dice que los chinos usaban un trocito de caña que contenía una aguja magnética y flotaba en el agua, indicando el norte magnético.
Fue en el año VI a.C. cuando se descubrió que un mineral atraía el hierro; éste fue encontrado cerca de la ciudad Magnesia, en Asia, es por eso que se le llamó piedra de Magnesia, mientras que al fenómeno de atracción se le llamó magnetismo.
Hoy en día se le denomina brújula a una aguja magnetizada montada sobre un pivote dentro de una caja cilíndrica y la aguja indica la dirección del campo magnético de la Tierra.
Existen varios tipos de brújulas:
- Limbo: Es la clásica, su precisión no es muy buena, pero nos permite saber donde está el norte magnético.
- Lensática: Es más precisa, es usada principalmente por militares y es más difícil de utilizar.
- Cartográfica: Es muy precisa, pero para poder usarla se necesita el conocimiento de mapas.
- Electrónica: Son caras y una desventaja es que no se tiene la certeza de que la pila durará todo el viaje.