En estos días, y debido a la gran agitación y estrés en el que vivimos inmersos, el tiempo es el recurso que más apreciamos.
La tecnología favorece cada vez más el contacto con personas lejanas, mejora la productividad y facilita tareas; sin embargo, artículos como dispositivos móviles también han sido la causa de que no podamos despegarnos o dejar de pensar en nuestras actividades laborales aún estando en casa, con familia o amigos, ya que llevamos en los bolsillos una oficina móvil que parece exigirnos inmediata atención a nuestros pendientes.
¿Cómo puedo administrar mi tiempo de forma efectiva para terminar mis tareas dentro de mi horario laboral?
Es momento de dividir adecuadamente nuestro tiempo para que el trabajo no absorba nuestra vida personal.
Primero necesitas saber qué es lo que vas a administrar. Toma el tiempo necesario para planear tu día; escribe tus actividades en papel, organízate y utiliza herramientas como plumones, post-it, etc. que te ayuden a recordar e identificar prioridades en todas tus actividades.
- Identifica el número de horas que requiere cada actividad. En tu planeación de tiempo incluye aquel en el que puedes ser interrumpido.
- Elabora un registro de las actividades que realizaste en una semana para que evalúes cuánto tiempo real te lleva cada actividad. Seguramente verás diferencias entre el segundo paso (cuando anotes el tiempo que crees necesitar) y el segundo paso (al verificar el tiempo que realmente usaste).
- Aléjate de las distracciones. Evita contestar correos o llamadas que no son importantes. Si es necesario bloquear por un momento las redes sociales ¡hazlo!, ya que “5 minutos de relajación” pueden convertirse en horas perdidas que tendrás que recuperar después de tu hora de salida y, por consecuencia, empezarás a perder tiempo para tus actividades personales. Realiza las tareas que te dan mayor pesadez a primera hora de la mañana, cuando tu energía está al máximo.
- Mantente enfocado. Cometemos el error de brincarnos de una actividad a otra y dejamos todo a medias, lo cual también nos distrae y puede llevarnos a cometer errores.
¿Sabes cuánto vale tu tiempo? Es muy cierta aquella frase que dice: “tiempo es dinero”. Si no sabes cuánto vale tu hora de trabajo, difícilmente la valorarás.
¡Ahora sí! Ve por tu calendario, tu agenda y un reloj que con cada tic-tac te recuerde lo valioso que es tu tiempo.
