Conoce cómo fue que este histórico juego adquirió tanta popularidad.

Algunos historiadores han afirmado que el Bingo tiene origen en el año 1500 en la lotería italiana y era conocido como “Lo Giocco del lotto d’Italia”.

En 1770, la gente de la aristocracia ya lo jugaba en Francia y fue en los años 1800 que el juego se hizo popular en toda Europa.

En Norteamérica se dio a conocer por las ferias y festivales con el nombre de Beano. En 1929 su venta se extendió en Nueva York y se le comenzó a denominar Bingo.

Se dice que un cura de Pensilvania utilizaba el famoso juego para recaudar fondos en la iglesia.

En la década de los 30’s  ya se operaban más de 10,000 bingos semanales en América del Norte y fue en los ochentas cuando el Bingo entró a los salones de juego causando una fiebre enloquecedora.

Supersticiones

La Universidad Nottingham Trent, del Reino Unido, realizó un estudio para analizar a los jugadores de Bingo en cuanto a superstición y suerte, determinándose lo siguiente:

Algunas de las supersticiones que tienen en su vida diaria y que incluyen a la hora de jugar Bingo son: Tener un día de la semana de la suerte (5%), tener un amigo de la suerte (4%), tener una mascota de la suerte (6%), sentarse en el mismo asiento para la suerte (21%), creer que ciertos números son de la suerte (13%) y cambiar de marcador para cambiar la suerte (29%).

Los jugadores jóvenes son más propensos a creer que el número “13” es de mala suerte (42% jóvenes, 33% mayores) y en general son más supersticiosos a la hora de jugar al Bingo (30% jóvenes, 20% mayores) que los jugadores mayores de Bingo.

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